domingo, 31 de mayo de 2009

Doctor Psiquiatra, ya no me diga tonterías


Gloria Inmaculada, Gloria Beata, Gloria Trevi
...y Las Gutiérrez visitando el Palenque de la Expo Guadalupe, i-iñor!
¿Qué tanto más regiomontano se puede ser?
Pícale aquí para ver el Doctor Psiquiatra en vivo y en directo:

jueves, 28 de mayo de 2009

Yo sueno flamenco, yo canto distinto.
Yo lo llevo dentro porque así he nacido, porque lo he vivido.
Sábado 30 de Mayo / Teatro Convex / Funciones 5.00 y 8.30

miércoles, 27 de mayo de 2009

De oficina y otros episodios


Hoy pasó por detrás de mi escritorio. Seguramente me vio como la niña que soy, en rojo y blanco, comiendo cereal de colores sin leche y encerrada en Winter de Qntal. De seguro me vio escribiendo sin parar y no dijo nada, sólo bajó la velocidad de su paso para que yo anticipara su aroma, fragancia de cuerpo y camisa rociada, para asomarse a mi escritorio y ver que en estos momentos estoy escribiendo sobre él y sobre su olor que me impregna la ropa y me ciega en los momentos de absoluta calma, cuando son después de las siete y puede decirme: "¿Cómo le va, Licenciada?".

domingo, 24 de mayo de 2009

Tarot card: The Geek

Im definitely going for a geek look this summer. The Sartorialist's fault.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Viva tu madre, Viva tu madre que te parió!

Siento que alomejor no debí robarle su aura tan rápido, con tanto flash, 'click', ISO, apertura, profundidad de campo. A cuatro días de nacido a uno no lo han fotografiado ni su alma se ha reflejado en una fotografía, a tan poquito tiempo en este mundo el individuo no ha sido expuesto al escrutinio a través de otro ojo y otros colores que estuvieron siempre afuera del vientre.
A tan temprana edad uno no sabe que las fotografías arrebatan de poquito en poquito, una estampita, un brillito, un pedacito de ala o antena, una sonrisa de rostros fugaces, un guiño, un bostezo.
Siento que alomejor no debí violar esa burbuja que todavía Rodrigo tenía a los cuatro días de nacido. Como que he pensado en arrepentirme, muy en contra de mis principios de no-regrets, porque Rodrigo es todavía tan pequeño y no se puede defender en contra de la magia que lo hace perpetuo, capturado por su nueva Tía Liz.



Rodrigo en vivo y en directo, su debut:

Yawnie.

Ay, uleré, uleré, uleré, con los ojos de mi niño yo me alumbraré

Or was he an aired being?

Entre sábanas de Holanda y colchas de carmesí
está mi niño durmiendo, que parece un Serafín,
entre sábanas de Holanda.
Long live the King, long live the Queen

sábado, 9 de mayo de 2009

39° C: Mayormente soleado, humedad relativa 29%, presión: 1005.4 milibares

Antes di que estoy usando ropa. Aunque estoy abandonada al calor, al cansancio y a los altibajos emocionales propios de una dama, ando ahí todavía bostezando por los rincones, temerosa de que alguien me vea, más o menos como la muñeca fea.
Mis procesos mentales están cambiando, no sé si sea parte del envejecimiento o de la soledad crónica interna, pero he tenido muchos pensamientos volátiles, fugacillos, algunos asombrosos, otros inteligentes, pero permanezco en la tontez habitual (no hay que provocar alarmas)
Huelo a jabón, me baño cuantas veces puedo. Me duele la garganta, pueden ser los cambios de clima cafetera-oficina-calle-casa-academia. La mandíbula se me está cayendo otra vez, puede ser el estrés de apretar los dientes cuando estoy durmiendo, al menos no estoy soñando con el mar.
Pienso en mota, en el párpado aguado y sumido de Gachi, en mi espalda. Pienso que todas las calles deberían tener techo y hacer que todas las avenidas fueran como túneles para no estar lidiando con el sol; o que el ambiente tuviera un aire acondicionado a los 20 grados, que Monterrey pudiera ponerse con un switch a una temperatura de climita de carro bonito o de oficina y que salieras a la calle y estuviera fresco por siempre. El calor es una de las cosas por las que ansío mudarme de aquí.
Bostezo.
Estoy pensando en cosas, como el sol, las maneras en que la gente busca resarcir su culpa y compensarme por cosas malas que me han hecho, en mis clases de ballet y de yoga... estoy boicoteandome: Me lleno de cosas por hacer, academias, escuelas, trabajo, gimnasios, ahora yoga y ballet, como un alcohólico se arroja al chupe... como una evasión inofensiva. No sé si me estoy evadiendo de escribir o de resolverme la vida.
Por eso comencé este post hablando del calor, cuando la gente no quiere o teme conversar, por cortesía siempre habla sobre el clima.

miércoles, 6 de mayo de 2009

'En dondequiera que me pare, sentiré la responsabilidad de ser revolucionario'














Son de esos días en que me doy el lujo de ir al trabajo sin brassiere debajo de la ropa formal (esto no es un atentado contra el Gobierno, sino contra el pueblo mexicano).
Ernesta 'La-Lix' Guevara dixit.

lunes, 4 de mayo de 2009

Sobre pterolomos I

Con el tiempo fui creándome el miedo de salir a alimentar a los pterolomos. Conforme crecían, el patio se hacía más pequeño para albergar sus cuerpos pegajosos y cada mañana los notaba más grotescos que el día anterior.
No sé si este miedo fue creado por el rechazo natural hacia lo horrendo o si sólo a mi me causaban un terror doméstico comparado con meter las manos en la licuadora o bajar la escalera del sótano, siempre oscura.
Temía olvidar algún día la puerta abierta y que los pterolomos aprovecharan su única oportunidad de asaltar la casa, avorazados, tentándolo todo, pisoteando las alfombras con sus pezuñas llenas de hongos, tirando a su paso las mecedoras y frotando sus cuerpos en las telas de las cortinas en busca de aliviar la comezón que les causa esa piel escamosa y arrugada.
Me repugna pensar que se andarían por las habitaciones, nerviosos, temblando del hambre voraz y esforzándose en abrir sus ojos ciegos, como si tuvieran el pensamiento de que algún rayo de luz podría iluminarles la vista de bestia.
Durante el día los pterolomos buscan la sombra y repelen al sol que les hiere en las llagas del lomo, se acurrucan en aquella esquina húmeda que han moldeado a sus cuerpos y resoplan cuando es agosto porque el calor los agobia. Pero son las noches las que no soporto.
Madrugadas enteras en que desde la cama los escucho silbar y chasquear los hocicos en esa retahíla que mucho se asemeja a una conversación. Son las noches en que los sonidos se vuelven mucho más trágicos agudizados por el eco de las paredes del patio.
No puedo evitar pensar en el día en que romperán la puerta con sus cabezas para asaltar la casa. Los imagino, los veo, entrando a la habitación del bebé, buscando son sus lenguas asquerosamente largas y rosadas, guiados por el hambre desbocada. Encontraríamos tú y yo sólo los pedazos del niño, piernitas y bracitos en las paredes, sangre, jirones de tela, muebles rotos y ellos regodeados en medio de un marranero de carne humana y mierda que producen tan pronto como engullen.
Te dije que no podríamos contenerlos más en casa, te dije que vendría el tiempo en que los vecinos querrían saber de dónde proviene ese olor y esos bufidos que parecen un lamento, ellos ya son demasiado grandes para contenerlos en cuatro paredes.
A veces siento que saben cuando los observo por la ventana, que perciben que los acecho para mantenerlos alejados de la puerta; y sé que ellos juegan el juego, que se saben poderosos para asustarme una tarde, cualquier tarde, en que yo esté descuidada alimentando al bebé o limpiando las ventanas.


> Un pterolomo gris

Fandangos de Huelva



Antes no entendía muy bien cuando Gitano decía "Fulanito es el mejor para cantar siguiriyas" o "A Manganito le queda más cantar por tientos"; ahora lo entiendo porque no he podido quitarme de la cabeza a Arcángel cantando por fandangos. Puuuta, qué arte.

El penúltimo fandango dice:

"La vi que lloraba un día
ante la imagen de Cristo.
La vi que lloraba un día,
se daba golpes en el pecho
y es porque estaba arrepentida
del daño que me había hecho".

Si eso no es arte, no sé entonces qué es.